lunes, 30 de septiembre de 2013

HISTORIA DEL ESTADIO



EL ESTADIO SANTIAGO BERNABÉU, FEUDO MADRIDISTA, ES SIN LUGAR A DUDAS UNO DE LOS MEJORES ESTADIOS DE FÚTBOL DEL MUNDO, PERO EL CAMINO HASTA LLEGAR  A SERLO NO HA SIDO NADA FACIL.

DESDE AQUI DAREMOS UN REPASO AL LARGO PERIPLO DEL REAL MADRID POR LOS DIVERSOS CAMPOS DE LA CAPITAL HASTA LLEGAR AL SANTIAGO BERNABÉU, DESDE EL CAMPO DEL ESTRADA EN EL BARRIO DE SALAMANCA A PRINCIPOS DEL SIGLO XX, AL MAJESTUOSO Y ACTUAL ESTADIO DEL PASEO DE LA CASTELLANA.


CAP.1: EN LOS TERRENOS DE UN MARMOLISTA 




A principios de 1897, un grupo de jóvenes estudiantes formaron una agrupación deportiva a la que bautizaron con el anglófono nombre de Football Club Sky, que sería el antecedente del Madrid Football Club. El terreno de juego del Sky estuvo inicialmente en los desmontes de la Moncloa, pero el paulatino desarrollo del juego necesitaba el traslado a terrenos más accesibles y más favorables para la práctica del fútbol. En los umbrales del siglo XX, el Sky se segregó, convirtiéndose en dos grupos claramente diferenciados, por un lado un grupo pasó a llamarse New Football Club siendo presidido por Manuel Vallarino, y por otro lado, el otro grupo, que con Julián Palacios a la cabeza como presidente se denominaron  Madrid Football Club,  semilla de lo que actualmente conocemos como Real Madrid C.F.
El recién creado Madrid F.C estaba en la necesidad de encontrar algún espacio que reuniese las características necesarias para poder practicar el incipiente deporte del balompié, y se dieron dos circunstancias a la vez, una, que la gran mayoría de los jugadores provenientes del Sky vivían en los aledaños del creciente barrio de Salamanca, y dos, que se incorporaron al equipo nuevos jugadores que practicaban en la Escuela de Ingenieros de Minas. La suma de ambas circunstancias fue la causa principal de que el club se asentara en un solar anexo al taller del marmolista Estrada, solar propiedad del citado marmolista. El terreno  se encontraba sito en lo que actualmente es la manzana que forman las calles Velázquez, Padilla, Núñez de Balboa y Ortega y Gasset.  Por lo tanto el campo del Estrada, como así le llamaban, fue el primer campo del aquel primitivo Madrid Football Club, de igual manera que Julián Palacios es considerado, incluso en la historia oficial del Real Madrid, como el primer presidente del Club, aunque de forma oficiosa, ya que aun la entidad no estaba oficialmente legalizada.


CAP. 2: TRASLADO JUNTO A LA PLAZA DE TOROS 

Uno de los últimos partidos jugados en el campo de la Plaza de Toros

Allá por diciembre de 1901, el Madrid F.C. se vio obligado a abandonar el campo del Estrada, y el equipo se trasladó a un solar existen al lado de la Plaza de Toros de Las Ventas.  Los terrenos eran propiedad de la reina Cristina, madre de Alfonso XIII, y por el simbólico precio de 150 pesetas al año, se los arrendó al Club. Junto a la entonces incipiente calle de Alcalá y cruzando las  vías del tranvía que pasaba entonces por allí, había un edificio, La Casa de las Bolas, en cuyos bajos  existía una taberna llamada La Taurina, taberna que usaban los jugadores para vestirse de corto y guardar los postes de las porterías, además, esto lo suponemos, de tomar algún refrigerio.
Tres días más tarde de la fundación oficial de Club, es decir, el 9 de marzo de 1902, el “Heraldo del Sport” publicaba en sus páginas: “El domingo 9 del mes corriente (marzo) se celebró un partido en el campo situado al lado de la Plaza de Toros, siendo este el primero de los que se propone celebrar la Sociedad Madrid Football Club, para que sirva de ensayo a sus jugadores y así poder formar su primer team”.


Al finalizar la temporada 1910-11, y tras casi diez años junto a la Plaza de Toros, debido al crecimiento urbanístico de la época, como al incremento considerable de los socios, el Madrid se ha de trasladar y lo hace al que será su nuevo campo hasta la el año 1923, el campo de O´Donnell.

CAP.3: EL CAMPO DE O´DONNELL (1/2)

Campo de O¨Donnell donde el Madrid jugó de 1912 a 1923

El campo de O´Donnell estaba situado en una manzana colindante con la anterior, entre las actuales calles de Duque de Sesto, Fernán González, Narváez y O´Donnell. El acondicionamiento del campo fue una auténtica labor de equipo, pues la mayoría de los asociados y jugadores, entre ellos Santiago Bernabéu, su hermano Antonio, Pedro Paragés, Meléndez, etc.…., se pusieron manos a la obra para adecentar el campo y entre todos allanaron el terreno de juego, clavaron las porterías, pintaron las líneas e incluso arreglaron asientos.  La creciente llegada de nuevos socios, como la cada vez mayor afluencia de público, obligó a tomar una decisión, al entonces presiente Pedro Parages, de cierta trascendencia para la época: separar a jugadores y espectadores mediante una barrera de madera y el vallado perimetral del campo. Así que, y gracias a la aportación económica de los socios y a un préstamo hecho por el propio presidente Pedro Parages, por el vocal Federico Revuelto y por el que fuera primer presidente del club, Juan Padrós, además de la cesión de algún material hecha por un aficionado del club y comerciante de maderas de la época, el francés Adrián Piera, se pudo construir una valla de madera pintada de blanco,  que lograse evitar la invasión del terreno de juego por parte de los aficionados y otra que acotaba el perímetro del campo. Aquella iniciativa fue decisiva para el futuro del Club, ya que por primera vez permitió la explotación del fútbol como espectáculo deportivo, consiguiéndose así las primeras recaudaciones por la venta de entradas.


CAP.3: EL CAMPO DE O´DONNELL (2/2)

El campo de O¨Donnell registraba una gran afluencia de socios y aficionados

La inauguración del campo de O´Donnell tuvo lugar el 31 de octubre de 1912. En el año 1914 el Club realizó de nuevo otra gran inversión en el campo de O´Donnell  ya que acometió la construcción  de una tribuna de preferencia para albergar a las autoridades, a la directiva y a las familias de los jugadores, con una capacidad para 216 personas sentadas, que sumadas a las cerca de 800 localidades, con sillas de hierro, de la grada general, hacia disponer de un campo con  un aforo más que suficiente para las necesidades del Club,  ya que el Madrid decía contar con algo más de 400 socios.
Cabe destacar como hecho anecdótico, algo hasta todo punto hoy inconcebible, como es el ritual que se llevaba a cabo antes de cada partido, pues los propios jugadores se encargaban de cargar los palos de las porterías y ajustarlos dentro de unas cajas clavadas en el suelo y semienterradas para tal efecto.
La afición al fútbol, y en particular al Madrid F.C.,  seguía creciendo y por tanto la afluencia de espectadores era cada vez mayor, de modo que en febrero de 1916, de nuevo se estrenó una tribuna de preferencia aun más grande que la anterior de 1914, con una capacidad para 6.000 espectadores y aquel año también se construyó,  por un precio que rondó las 7.000 pesetas, una caseta prefabricada a la que se le instalaron lavabos y duchas para convertirlo en un novedoso vestuario, al cual se le instaló también luz eléctrica convirtiéndolo en la envidia del resto del futbol madrileño.


CAP. 4: DE O´DONNELL A CIUDAD LINEAL
 
Velódromo de Ciudad Lineal 1923
Campo de Ciudad Lineal


Después de proclamarse, ya denominado como Real Madrid, campeón Regional en la temporada 1922-23, el otro gran acontecimiento de aquella campaña, fue el forzoso abandono del que durante los últimos 11 años había sido el campo del Madrid, el viejo campo de O´Donnell, obligados por el propietario de los terrenos Laureano García Camisón, el cual solicitó al Madrid que le dejase libre los terrenos para la futura construcción de viviendas.
Los entonces dirigentes del Club con el presidente Pedro Parages a la cabeza, comenzaron las negociaciones con Arturo Soria creador del velódromo que por aquella época  se situaba en la Ciudad Lineal, para que el recinto se adaptara para la práctica del fútbol. No hubo mayores problemas con la familia Soria, y siguiendo las instrucciones del arquitecto José María Castell, jugador del Madrid durante seis temporadas (1913-1919) el velódromo se habilito para la disputa de partidos de fútbol.
La inauguración del estadio, uno de los primeros campos de hierba de la capital madrileña y con una capacidad estimada para más de 8.000 personas, no pasó desapercibida y para tal acontecimiento la Junta Directiva del Real Madrid organizó un soberbio banquete en un lujoso restaurante de la Ciudad Lineal, invitando a la mesa a los más notables personajes de la época, a los jugadores que más tarde lo inaugurarían y a representantes de la Prensa y de la Federación de Fútbol.

CAP.5: EL VIEJO CHAMARTÍN

Alrededores de Chamartín antes de su urbanización

Pero el traslado al velódromo de Ciudad Lineal  no salió todo lo bien que se esperaba, porque a pesar de la amplitud del campo y la gran comodidad que encontraron los espectadores en sus tribunas, chocó de frente con la gran aventura que suponía entonces poder desplazarse hasta el  “lejano” velódromo.  Esto conllevó un gran éxodo para un buen número de seguidores madridistas y por tanto las taquillas de cada partido se resintieron, y el Club, ante esto y tras no poder llegar a un acuerdo con los propietarios del recién inaugurado estadio, tomó de cara a la temporada 24-25,  la decisión de abandonar el velódromo y afrontar la gran aventura de construir su propio estadio.
Tras el paso fugaz por el velódromo de Ciudad Lineal, el Real Madrid iba a afrontar algo que con seguridad cambió el devenir de su historia, la construcción del Viejo Chamartín, antecesor del actual Estadio Santiago Bernabéu.
El ex jugador del Real Madrid y directivo en varias ocasiones, Carlos López-Quesada, propuso la idea y la forma de llevarla a efecto. Pero la empresa, de las más ambiciosas de la época, no era tarea fácil, se trataba de pasar de un recinto de 8.000 personas a otro cercano a las 25.000 y hacía falta dinero, mucho dinero y allí actuó, una vez más, Pedro Parages, que junto a José Mª Peñas, Bernardo Menéndez y el propio López-Quesada avalaron las 642.000 pesetas necesarias para la compra de los terrenos  y las 500.000 pesetas para el coste de las obras. De esta forma el Real Madrid arrendó con opción a compra, opción que se hizo efectiva en 1927, unos terrenos situados en las afueras de Madrid, situados como a un kilometro del Hipódromo,  algo más arriba de lo que hoy son los Nuevo Ministerios, y allí y de nuevo bajo la dirección de obra del ex jugador del Madrid y arquitecto José Mª Castell, y con Parages en la presidencia, dieron comienzo las obras del histórico recinto deportivo, donde el Real Madrid jugaría los próximos 23 años.

CAP.6: DIFERENCIAS SOBRE EL NOMBRE DEL ESTADIO 

Entrada al Viejo Chamartín
Viejo Chamartín en el año 1931
Hubo discrepancias sobre el nombre que debería llevar el nuevo estadio, algunos pretendían que se llamase Parque Sports del Real Madrid, pero la mayoría de la Junta se inclinó por llamarlo modesta y simplemente Campo del Real Madrid, sin embargo fueron los aficionados los que le bautizaron con el nombre de Chamartín, y con ese nombre ha pasado a la historia, aunque nunca fue este su nombre oficial.
La revista “Gran Vida” acostumbraba a dedicar en sus páginas amplias informaciones sobre todo lo que acontecía en el Real Madrid y esta vez ofreció a sus lectores una extensa crónica sobre el estreno del Viejo Chamartín:
“…de verdadera solemnidad deportiva puede calificarse la inauguración del nuevo campo deportivo del Real Madrid, celebrada el 17 de mayo de 1924. (…) Queremos anotar la grata impresión que nos produjo ver terminado en poco más de cinco meses este hermoso campo. …El campo de juego es de hierba, acotada por una fuerte empalizada, y en las líneas Oeste y Sur se han dispuesto amplias graderías para la entrada general; en la preferencia se ha construido una espléndida cubierta, con asientos para más de 4.000 espectadores. En el centro de esta tribuna está el palco presidencial”.
Para la inauguración se aprovecho  la estancia en España del club profesional  inglés Newcastle United, flamante campeón hacia escasamente un mes de la F.A. Cup inglesa ante el Aston Vila por 2-1. El temido equipo inglés formado íntegramente por profesionales cayó derrotado por 3- 2 frente a un Real Madrid amateur.
Tras la Guerra Civil el Viejo Chamartín prácticamente se tuvo que reconstruir, y con la llegada a la presidencia de D. Santiago Bernabéu en 1943, la idea del nuevo presidente de construir sobre el Viejo Chamartín un estadio para 100.000 espectadores, fue el prólogo del nuevo y majestuoso coliseo madridista. 

CAP.7: EL NUEVO CHAMARTÍN, EL COLISEO BLANCO (1/2)

Obras del Nuevo Chamartín

El Viejo Chamartín se reabre el 22 de octubre de 1939, para acoger el primer derbi de la posguerra.  Y allí seguía jugando sus  partidos el Real Madrid, pero con la ascensión de Bernabéu en 1943 a la presidencia del Club, la iniciativa de construir un estadio más grande comienza a tomar forma, de hecho el presidente le inquietaba esta cuestión desde hacía tiempo, como así lo reflejan unas declaraciones suyas al periódico la “Hoja del Lunes” allá por 1934: “La prolongación de la Castellana llegará a unos ochenta metros de nuestro estadio. Y esto nos preocupa.  Pues el Madrid precisa además de un estadio con mayor cabida, suficiente espacio para instalaciones anexas”.  Muestra inequívoca de la idea que ya venía incubando el presidente y toda una declaración de intenciones futuras.
Tal fue así, que 1943 cuando ocupó el cargo no dudó en poner en práctica la primera de sus premisas, y a pesar de disponer de un campo con una capacidad de 25.000 localidades, capacidad que superaba con creces la demanda de los aficionados de la época, puso en marcha la construcción del Nuevo Chamartín. “Un gran club precisa de un gran estadio y señores lo vamos a construir” afirmó al presidir su primera Junta  Directiva.
En noviembre de 1943, la Junta Directiva en pleno, visitó los terrenos colindantes con el viejo campo de Chamartín, para estudiar a donde debería levantarse el nuevo estadio. Días más tarde comenzaron las negociaciones para su compra, y finalmente se adquirieron por 3 millones de pesetas. El proyecto del nuevo estadio se adjudicó,  previo concurso, al presentado por Manuel Muñoz Monasterio y Luis Alemany Soler, siendo adjudicada la ejecución de las obras, también previo concurso, a la constructora Huarte y Cia., estimando la duración de las mismas en 30 meses divididos en 2 fases de construcción.

CAP.7: EL NUEVO CHAMARTÍN, EL COLISEO BLANCO (2/2) 

Cartel del partido inaugural del Nuevo Chamartín
Estadio Bernabéu en 1947

El 27 de octubre, tras la bendición típica y obligada de la época, Bernabéu dio el simbólico primer golpe de pico, dando por comenzadas las obras. Cuatro días más tarde, el 31 de octubre, el presidente enviaba una carta a sus socios solicitando  ayuda  económica, dado que mucha gente, incluidos socios y simpatizantes del Club, desconfiaban que se pudiese llevar a buen puerto tan grandioso proyecto, al que algunos incluso tildaron de faraónico, y por lo tanto las entidades bancarias fueron reacias a conceder préstamos de dudosa devolución. La emisión de bonos por parte del Club y la suscripción de los mismos por los socios,  permitió terminar con los problemas financieros de la obra.
Durante la temporada 1946-47 el Madrid tomo prestado para sus partidos de casa el Estadio Metropolitano, que el Atlético de Madrid tuvo a bien cederle a su “eterno rival”.  Diversos problemas inesperados provocaron retrasos en la finalización de las obras, y el equipo merengue hubo de comenzar de nuevo la siguiente temporada en casa del vecino rojiblanco.
Pero por fin llegó el día, y el 14 de diciembre de 1947 ante Os Belenenses, campeón de Portugal, con el estadio repleto y con toda la solemnidad que merecía el acto, antes del partido incluso se descubrió un busto de D. Santiago Bernabéu, se celebró el partido inaugural que enfrentó a ambos equipos, arbitrado por Pedro Escartín el partido concluyó con la victoria del Real Madrid por 3 goles a 1, teniendo el honor de marcar el primer tanto en el flamante estadio el madridista Sabino Barinaga.

Vista del Estadio y del Paseo de la Castellana en 1947


CAP.8: DE CHAMARTÍN AL ESTADIO SANTIAGO BERNABÉU

 Estadio Bernabéu en 1957 ya con la nueva grada del lateral y el nuevo alumbrado

La primera gran obra del estadio tras su inauguración, se llevó a cabo en 1954, con la remodelación y consiguiente ampliación del lateral de la calle Padre Damián, llegando a alcanzar con dicha remodelación un aforo de 125.000 espectadores. Al estadio solo le faltaba un detalle, el nombre y eso se solucionó en 1955, el 4 de enero la Asamblea General de Socios Compromisarios, acordó, a pesar de que el presidente, desde su modestia, no estaba de acuerdo con que el estadio adoptara su nombre, rebautizar el estadio. El acuerdo tras la votación fue unánime y desde ese momento, y hasta la actualidad, en honor al presidente, el recinto madridista pasó a llamarse Estadio Santiago Bernabéu.
No sería hasta 1957 cuando se llevase a cabo la siguiente obra, al acordar la Junta Directiva tras estudiar varias opciones, la instalación de la iluminación artificial del terreno de juego, tan necesaria ya entonces, para poder albergar partidos nocturnos.

Santiago Bernabéu posa junto a la maqueta del Estadio en 1954

El 21 de junio de 1964, el Estadio Bernabéu albergó la final de la Eurocopa de Selecciones que enfrento a la selección española y la de la Unión Soviética, ganando la escuadra española la primera Eurocopa de las que tiene en su haber, tras ganar por 2-1 a los rusos, hasta esa fecha solo se había celebrado en el recinto madridista una final de nivel internacional, la de la Copa de Europa de 1957 que enfrentaba al propio Real Madrid contra la Fiorentina italiana, que se adjudicó el equipo blanco al derrotar a los italianos por 2-0. Años más tarde la FIFA designo a España como país organizador de la fase final del Campeonato del Mundo, y el Bernabéu no solo iba a ser una de las sedes de dicho Mundial, sino que además debería albergar la gran  final.


Estadio Bernabéu 1964

CAP.9: EL MUNDIAL DEL 82 
Para la celebración del Mundial 82, varios estadios españoles debieron realizar obras de acondicionamiento, y por supuesto entre ellos el feudo madridista,  con lo que se avecinaba otra gran remodelación del Estadio Santiago Bernabéu para poder organizar con todas las garantías de éxito tan importante evento. Antes de la celebración del Mundial en el estadio se volvió a ver otra final continental, en esta ocasión fue la de la Copa de Europa de 1969, entre el Milán y el Ajax de Amsterdam, con victoria italiana por 4-1.

El Bernabéu tras la remodelación de 1982

Las obras de remodelación del estadio se encararon con entusiasmo, dada la magnitud del evento a organizar  y el equipo de dirección de obra formado por Luis y Rafael Alemany, hijos del arquitecto que construyó el estadio, se pusieron manos a la obra, para acondicionar o en su caso cambiar, según fuera necesario: gradas, fachada, instalaciones de prensa,  aparcamientos y un largo etcétera, pero lo más llamativo fue la cubierta instalada, que cubría las tres cuartas partes del estadio, dando con ello cobijo a más de 15.000 asientos y 10.000 localidades de pie aproximadamente. Para el cambio de iluminación, se siguieron las pertinentes directrices dadas por varios expertos para  poder así emitir en óptimas condiciones las retransmisiones en color de los partidos por televisión. Meses antes de la gran final, en concreto el 2 de febrero, se estrenaron los recién instalados videos-marcadores, los primeros instalados en un campo de fútbol.
A principios del mes de junio de 1982, las obras del Estadio Santiago Bernabéu estaban completamente terminadas y la transformación estética fue muy importante, pero debido a dichas obras el aforo del estadio se vio reducido cuantiosamente, pasando de las cerca de 125.000 localidades a unas 98.000, dividas en 31.700 de asiento y unas 67.000 de pie. 

CAP.10: DE CAMINO AL SIGLO XXI 

Comienza una nueva década y las normas dictadas por los organismos internacionales (UEFA y FIFA) y el paso del tiempo hacían evidente que el estadio, con las prestaciones que ofrecía, no cubría las necesidades del Club quedándose obsoleto y pequeño. Solo se disponía de 31.700 localidades de asiento, cuando la entidad contaba en 1990 con un número de abonado superior a los 23.000, con lo que las entradas de asiento disponibles para la venta eran muy inferiores al de las entradas demandadas. Por todo esto, el entonces presidente Ramón Mendoza, puso en marcha el proyecto de remodelación y acondicionamiento del estadio, para cumplir con las necesidades del Club, tanto en materia de seguridad como de aforo. Las obras comenzaron en febrero de 1992 y puede decirse que prácticamente consistían en la construcción de un estadio nuevo sin demoler el anterior,  ya que se creó un tercer anfiteatro  sobre el segundo ya existente, tanto en los dos fondos como en el lateral Oeste, elevando los módulos correspondientes a cada anfiteatro por unas imponentes grúas hidráulicas. 

Obras de remodelación a principio de los años 90

Con la nueva estructura la altura del estadio pasó de 22 a 45 metros, con lo que, en época invernal,  dos terceras partes del terreno de juego quedaban bajo la sombra del nuevo graderío, haciendo muy difícil el mantenimiento óptimo del césped al no recibir la luz del sol durante el largo y duro invierno de la capital. Por este motivo, se instaló, a unos 20 cm. de profundidad  bajo el césped,  una red de tuberías  de más de 30 km. de recorrido subterráneo, por las cuales circula agua caliente, evitando de esta forma las heladas del terreno de juego. También y debido a la nueva  altura del graderío, se necesitó incrementar la potencia lumínica de los focos que alumbran el campo de juego. Además, para poder acceder a los nuevos anillos, se construyeron en el exterior, cuatro torres en cada una de las cuatro esquinas del estadio, provistas todas ellas de dos escaleras centrales (una de ellas mecánicas) y una rampa exterior en forma de espiral.

CAP.11: EL ESTADIO BERNABÉU UN ESTADIO CINCO ESTRELLAS 

Al terminar las obras 1994, el aforo del estadio se incrementó en un total de 20.200 nuevas localidades todas ellas de asiento y protegidas de la lluvia por las viseras instaladas para tal efecto sobre el nuevo graderío, al que se le dio una inclinación del 87%, para así garantizar una perfecta visión, consiguiendo de esta manera  poder dar cabida en el recinto madridista a un total de 106.000 espectadores.
En verano de 1997, y ya bajo el mandato de Lorenzo Sanz,  se renovaron todos los asientos y se consiguió definitivamente, y como marcaba la normativa en materia de seguridad, que todas las localidades fueran de asiento y por tanto numeradas, por lo que el aforo volvió a verse reducido, en esta ocasión la capacidad del estadio quedaba fijada  en 77.500 localidades.

Vistas desde uno de los restaurantes ubicados dentro del Estadio

Posteriormente a partir del año 2000 y con la llegada de Florentino Pérez, el estadio ha ido modernizándose y mejorando constantemente, con la creación de palcos VIPS, nuevas dotaciones para la hostelería, asientos abatibles, mejoras de las instalaciones para la prensa, calefacción en las gradas, ampliación y mejoras en los vestuarios y un largo etcétera, pero  lo más reseñable es sin duda la ampliación del tercer anfiteatro del lateral de la calle Padre Damián al que se le incrementaron más de 9.000 localidades nuevas, hasta llegar a los actuales 85.454 espectadores, todos sentados, que pueden darse cita durante la celebración de un partido.  

¡¡¡BIENVENIDOS AL ESTADIO SANTIAGO BERNABÉU!!!!

Estadio Santiago Bernabéu en una noche de Champions en la actualidad

Tras un sinfín de avatares, desde allá por 1900, en aquel viejo campo del Estrada, hasta la actualidad, en este modernísimo Estadio, se puede decir que todos y cada uno de los presidentes, en los momentos en los que el Club lo necesitaba, con su dedicación y entrega a los colores, supieron esforzarse para darle al Real Madrid el estadio que en cada época precisaba y merecía para ir creciendo como institución deportiva, hasta llevarle a tener en estos momentos uno de los estadios más valorados a nivel mundial, el ESTADIO SANTIAGO BERNABÉU, calificado por la UEFA en 2007 con la categoría de “estadio cinco estrellas”, y que ha ido creciendo a la par que la ciudad de Madrid, hasta el  punto de no encontrase en las afueras como antaño, sino todo lo contrario, ya que ahora está situado en pleno corazón de la capital.
Para advertir la grandeza del estadio, basta con dar algunas de las cifras que se mueven en un día de partido: 78 bares, 12 ascensores, 1.177 calefactores, 550 cámaras de seguridad, 57 puertas robotizadas, 256 tornos, 760 televisores, 180 puntos de retrasmisión, 144 puestos de comentaristas, 400 posiciones para la prensa escrita, 20 cabinas de radio y un sinfín de servicios, prestaciones y dotaciones; día de partido, en el que más de 2.500 personas  se movilizan antes, durante y después del encuentro para que todo funcione a la perfección.
En definitiva,  son muchos los detalles que hacen del Estadio Santiago Bernabéu un estadio único , no solo por ser el hogar del Club más laureado del mundo, que sin duda lo es, sino que  su modernidad y funcionalidad le han llevado a convertirse en un referente social, comercial y empresarial en todo el mundo.

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